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Alimentacion geriatrica

ALIMENTACIÓN GERIATRÍCA

El organismo declina gradualmente en la capacidad funcional a partir del momento en que el perro alcanza la madurez, dependiendo esto de múltiples factores que inciden en que el deterioro de órganos y funciones sigan distintos ritmos dependiendo del individuo, de la raza y del tipo de vida que haya llevado el animal. Algunos perros muestran claros signos de vejez a los siete años de edad, otros permanecen en aparente juventud hasta los doce años o más, algunos envejecen lentamente, otros de repente de un día para otro. En cuanto a las razas, también muestran considerables diferencias en los procesos de envejecimiento, influyendo el tamaño, entre otros factores. A menos tamaño corresponde normalmente mayor longevidad y las razas gigantes son las que tienen menores expectativas de vida larga.

El promedio de vida en cada raza permanecería invariable, tal como marca su propia genética, sino fuera por factores externos que ejercen efectos modificadores, tales factores son: higiene, alimentación correcta, ejercicio adecuado y la oportuna atención sanitaria. La duración media de la vida de un perro sano puede considerarse de 12-13 años. La edad máxima que han alcanzado algunos perros con carácter excepcional, podría aproximarse a los 26-27 años.

El envejecimiento influye en todos los elementos del organismo del perro. Experimentan cambios los sistemas musculares y esqueléticos, con disminuciones de fibras musculares y de densidad en la masa ósea. Los fallos en el sistema cardiovascular son responsables del 30 % de las muertes de perros viejos, así mismo los fallos en el sistema renal producen la muerte a una cuarta parte de los perros de edad, la capacidad de digerir, el descenso de la motilidad del colon influyen en la metabolización de los alimentos, así como también las modificaciones negativas en la dentadura con apariciones de placas bacterianas y pérdidas de dientes, la piel pierde flexibilidad y es menos elástica con la edad, la tasa metabólica en reposo también disminuye con los años y lo mismo se puede decir de la agudeza de los sentidos y disminución de los reflejos. Merecen mención especial los cambios de conducta en los perros ancianos, la artritis y otros dolores crónicos pueden producir irritabilidad en animales normalmente cordiales. Uno de los cambios que más se notan es la tendencia a aumentar los hábitos fijos.
La disminución de requerimientos energéticos por la reducción de la actividad física puede llegar hasta el 20 %, el resto de los elementos nutrientes deben ingerirse en las mismas cantidades que en la edad madura.

PUNTOS

· Hay que contemplar alimentar sin compañía a los perros muy ansiosos con la comida, aunque lo ideal es educarlos adecuadamente. Puede ser una buena medida alimentar juntos a los perros inapetentes para provocar su instinto competitivo. Es normal la rapidez al comer en los perros, heredada de su ancestro: el lobo. Es un tipo de alimentación de tipo competitivo.

· Aunque hay perros que pueden se alimentados por el sistema “ab libitum” por su capacidad de autorregularse, lo normal es distribuir las tomas en una o varias veces al día, no siendo la menor causa de ello la conveniencia del dueño.

· La alimentación casera requiere buenos conocimientos de dietética canina y es antieconómica cuando se tienen varios perros. Lo más lógico es recurrir a la alimentación comercial, cada vez más equilibrada, barata y digna de confianza.

· La edad, actividad física, raza, estado gestante o no, temperamento y condiciones ambientales son los factores que nos sirven de referencia para controlar la cantidad y la calidad de la alimentación de nuestros perros.

· Durante la gestación y lactación no se deben dar complementos de calcio si la alimentación de la madre consiste en un buen pienso comercial adaptado a sus circunstancias.

· Los cachorros alimentados desde el principio con leche artificial son más susceptibles a las infecciones por la carencia del calostro.

· El sostenimiento y creación de los tejidos musculares en el perro en crecimiento y en el perro deportista hacen que la cantidad y calidad de las proteínas deba ser más elevada que la dosis de mantenimiento.

· La obesidad hiperplásica se basa en el aumento del número de las células grasa. La hipertrófica en el tamaño.

· Estudios totalmente fiables demuestran que la ingestión aumentada de grasas digeribles aporta la energía extra necesaria para rendir de manera adecuada en los ejercicios de resistencia, aumentando la fuerza en el perro que trabaja.

· En general un tercio de la alimentación debe suministrarse como tres horas antes de hacer ejercicio. El resto distribuido en una o dos tomas durante el resto del día.

· Los galgos y perros que hacen esfuerzos rápidos y cortos extraen su energía del metabolismo anaeróbico de los hidratos de carbono, al contrario de los perros que trabajan en resistencia. No obstante, los mecanismos para metabolizar las grasas son muy eficientes y suficientes en el perro en relación con los del ser humano.

· Los perros que tienen que soportar temperaturas inferiores a 15º deben ingerir por lo menos una cuarta parte más de calorías que en temperaturas más templadas.


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