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Alimentos no caloricos

AGUA

 

Es, con mucho, el nutriente más importante. Todos los seres vivos dependen del agua para sus procesos vitales. Puede sobrevivirse perdiendo prácticamente todas las reservas de grasas, de glucógeno, la mitad de las proteínas y otro tanto del peso total, sin embargo la disminución de un 15 % del agua total, es la muerte segura. El cuerpo de un perro adulto se compone de aproximadamente un 60 % de agua. En un cachorro recién nacido el porcentaje es de un 85 %.

En condiciones patológicas o de tensión tales como diarreas, ejercicio extremo, temperatura ambiente exagerada, lactación, etc., aumentan espectacularmente las necesidades de este elemento.

Después del oxígeno, el agua es el elemento más importante en la alimentación. Es esencial para regular la temperatura corporal, lubrica los tejidos y actúa como medio fluido para el transporte de los sistemas linfáticos y sanguíneos. La adicción de agua aumenta la resistencia durante el ejercicio. Por otra parte los perros que toman agua durante el trabajo pierden menos peso que los que no la reciben.

Se obtiene por:
1.- Ingestión directa.
2.- Una pequeña parte, por metabolización a partir de las grasas y de los hidratos de carbono.

La piel actúa como receptor de agua en una cantidad aproximadamente igual a la del resto del cuerpo. La ingestión de agua y la de alimentos está fuertemente relacionada, a menor ingestión de agua se produce una menor toma de alimentos, con una repercusión directa sobre el crecimiento y el aumento de peso.

La temperatura del cuerpo se regula en el perro de una manera que difiere totalmente de la del ser humano. En el hombre la sudoración produce una evaporación que enfría su epidermis. El perro no se refresca de esa manera, porque el perro no suda. El perro se refrigera por medio de la evaporación del agua en sus conductos respiratorios por medio de sus fosas nasales. También pierde algo de calor por convección a través de la piel (y por conducción y radiación).

Algunas enfermedades pueden tener transmisión directa por medio del agua, como la leptospirosis. Es demostrado que se dan casos de infección con L. canícola por nadar en aguas contaminadas. El agua puede contener bacterias, substancias químicas, virus, nitritos, nitratos, cloro concentrado, metales pesados...Todo esto puede producir diarreas, trastornos del metabolismo e incluso la muerte.
Es de desear que la calidad del agua sea similar para el hombre y el perro. Debe tomarse fresca, no demasiado fría, eso es lo más conveniente. Demasiado fría puede producir contracciones intestinales y diarreas.

 

PUNTOS

· Es el nutriente más importante del organismo. Dos tercios del cuerpo son agua.

· Necesario para el equilibrio homeostático y para todas las actividades de la vida.

· A menos edad es necesaria más cantidad más cantidad de agua, a más masa corporal también es necesario más ingestión de agua.
Necesidades:

· Sedentarismo: 1,5 litros al día para el perro promedio.

· Perro atleta: 2 a 2,5 litros de agua al día

· Estas necesidades varían en función de diferentes factores, como el calor, la braquicefalia y prognatismo, la obesidad, etc.

Hidratación durante el ejercicio prolongado o con mucha temperatura:

· Antes del ejercicio.

· Durante el ejercicio

· Después del ejercicio.

 

VITAMINAS

Las vitaminas son elementos orgánicos esenciales para el funcionamiento de los procesos metabólicos del organismo, tal como pasa con los minerales, son esenciales para la vida.

Esbozando un principio de organización los podríamos dividir en hidrosolubles y liposolubles según se disuelvan en agua o en aceite.

No tienen la misión de proporcionar energía. Son moléculas reguladoras de una amplia serie de funciones fisiológicas.

Se le atribuyen una serie de cualidades terapéuticas, muchas veces infundadas, generalmente están sobrevaloradas por campañas publicitarias que han provocado una moda de suplementación que muchas veces conducen a hipervitaminosis, tan peligrosas como las insuficiencias. Por el contrario las carencias son raras y sólo se dan en alimentaciones caseras cocidas o crudas o en productos comerciales de muy baja calidad. Las hipervitaminosis se producen siempre con las vitaminas liposolubles, el exceso de las hidrosolubles se elimina con la orina.

 

Se distinguen porque:

1.- Son sustancias orgánicas.
2.- Sus necesidades diarias son mínimas, se miden en miligramos o microgramos.

 

Vitaminas liposolubles.

 

Vitamina A (retinol): tiene como principal misión mejorar la visión y el crecimiento óseo en los animales jóvenes, regularizando también el sistema nervioso y mejorando la resistencia a las enfermedades. El perro, lo mismo que muchos mamíferos, tiene la cualidad de sintetizarla a partir de precursores y convertirla en vitamina A activa. De los carotenoides, de los cuales el betacaroteno es el más importante, son desdoblados por una enzima dioxigenasa en la mucosa intestinal, generando retinol (vitamina A).
Se observa pocas carencias de esta vitamina en el perro. Su insuficiencia puede producir alteraciones en la reproducción, conjuntivitis, ceguera nocturna y mala calidad del pelo. El exceso: anorexia y pérdida de peso. Se necesitan aproximadamente 5.000 U.I.

Vitamina D (calciferol): mejora el equilibrio del metabolismo fosfocálcico y la absorción de calcio. El perro tiene la cualidad de sintetizar la vitamina D3 cuando la piel se expone a los rayos ultravioletas del sol, debido a lo cual sus necesidades suelen ser pequeñas. Se ha demostrado que el perro no tiene capacidad para sintetizar por si mismo las cantidades necesarias de esta vitamina. Su carencia produce problemas óseos, su exceso anorexia. Dosis diarias de 500 U.I.

Vitamina E (tocoferol): Antioxidante y protector ante las patologías musculares del esfuerzo. Actúa como antioxidante neutralizando los radicales libres, la vitamina E y el selenio actúan de manera sinérgica.
Su carencia se ha asociado a degeneración muscular, problemas reproductivos, degeneración retiniana y alteraciones en la respuesta inmunológica. Excesivas dosis producen anorexia. Cincuenta miligramos por kilo de peso.

Vitamina K: sintetiza los factores de coagulación. Se incluyen un grupo de compuestos denominados quinasas. Sintetizan la protrombina y es necesaria para la coagulación sanguínea normal. No se ha observado carencia de ella en los perros. Niveles excesivos son peligrosos.

 

Vitaminas hidrosolubles.

En el perro principalmente las del grupo B. El organismo tolera cualquier exceso de estas vitaminas sin menoscabo para su salud. Intervienen en la utilización de los alimentos y en la producción de energía por el organismo.

Vitamina B1 (tiamina): indispensable para el metabolismo de los glúcidos y la función nerviosa.
Es necesaria para la utilización de los hidratos de carbono para obtener energía y en su conversión en grasas y ciertos aminoácidos.
Su deficiencia afecta significativamente el funcionamiento del sistema nervioso central debido a la dependencia de los hidratos de carbono para la obtención de energía. Es una vitamina muy sensible al calor y por lo tanto fácilmente destruible en los alimentos procesados. Su deficiencia en perros es muy escasa y se debe casi siempre a la presencia de factores antitiamina en el alimento. Su deficiencia produce anorexia, parálisis, vómitos, alteración de los reflejos, postración o convulsiones, se necesita un MG/Kg. No es tóxica a ningún nivel.

Vitamina B2 (riboflavina): es la responsable de que cuando la tomemos, sea sola o asociada haga que la orina tenga un tinte amarillento y un peculiar olor. No es demasiado sensible al calor pero sí a la luz. Es necesaria para liberar las coenzimas necesarias para producir energía a partir de los hidratos de carbono, lípidos y proteínas. Su insuficiencia altera la calidad cutánea, son aconsejables las tomas diarias de 2,2 miligramos por kilo de peso. Su exceso se elimina con la orina. Interviene en la calidad de la función nerviosa.

Vitamina B3, niacina, ácido nicotínico, factor PP o vitamina antipelagrosa: los perros pueden sintetizarla a partir del aminoácido triptófano. Abunda, por tanto, en carnes, leche y pescado. Forma parte determinadas coenzimas que actúan con enzimas en los procesos de oxidación de glúcidos y prótidos y en la respiración celular. Es un vasodilatador que mejora la circulación sanguínea y participa en el mantenimiento fisiológico del sistema nervioso, la piel, la lengua y el sistema digestivo. No es tóxica.

Vitamina B6 (piridoxina): es necesaria para el metabolismo de los aminoácidos y en menor grado interviene en los de la glucosa y los ácidos grasos. La carencia de esta vitamina produce convulsiones y anemia. Como todas las vitaminas de grupo B su exceso no es tóxico. Un miligramo por kilo.

Ácido fólico (en forma sintética) o folato (en forma natural): indispensable para el metabolismo de las proteínas y la síntesis de la hemoglobina. En casos de deficiencia de esta vitamina disminuye el crecimiento y la maduración celular, esto se manifiesta clínicamente con la aparición de anemias. Es indispensable en la dieta de la perra gestante para prevenir malformaciones en la columna vertebral y en el cerebro. Es tres veces más asimilable en su forma sintética (ácido fólico) que en su forma natural (folato). Cero dieciocho miligramos por kilogramo de peso. No es tóxica.

Vitamina B12 (cianocobalamina): metabolismo de las proteínas y síntesis de la hemoglobina. Es la única vitamina que contiene un oligoelemento. Su deficiencia da lugar a anemias. Sólo se encuentra en alimentos de origen animal. A diferencia de otras vitaminas hidrosolubles el organismo puede almacenarla, son necesarias 0,02 MG/kg., al día. Sólo en experimentos de laboratorio se ha conseguido que produzca anemias, el organismo soporta cualquier dosis máxima.

Ácido pantoténico: integridad de los tejidos. Se encuentra presente en todos los tejidos del cuerpo, interviene en numerosos aspectos de la metabolización de los hidratos de carbono, lípidos y proteínas. Su deficiencia es extremadamente rara. Su falta provoca convulsiones, gastritis, enteritis y anorexia. No existen datos sobre su toxicidad.

Vitamina H (biotina): integridad de la piel. Interviene en el metabolismo de los glúcidos, de los lípidos y de las proteínas. La yema del huevo la contiene en gran cantidad, pero la clara la destruye por medio de la avidina. Es por eso que es necesaria la cocción del huevo para su completa asimilación. Es indispensable para que no aparezcan problemas cutáneos, debilidad, diarrea, parálisis y anorexia. Dosis aconsejables de 0,1 miligramo por kilo de peso y día. Ninguna toxicidad.

Vitamina B4 (colina): metabolismo de los lípidos. Mejora los sistemas inmunológicos. Es una precursora de la acetilcolina, un neurotransmisor, es necesaria pera el transporte de los ácidos grasos hacia el interior de las células. Su falta produce desajustes metabólicos. Mil doscientos MG/kg., día. El exceso provoca diarreas.

Vitamina C (ácido ascórbico): al contrario de lo que sucede con el hombre prácticamente todos los animales pueden sintetizar el ácido ascórbico, por lo que su ingestión exógena es innecesaria a niveles de salud. No obstante estuvo de moda entre algunos criadores, principalmente ingleses, aplicarlo a sus perros cachorros debido al factor favorable que ejerce esta vitamina para la hidroxilación de los aminoácidos prolina y lisina en el proceso de la formación del colágeno. El colágeno es el principal constituyente de los tejidos conjuntivos, osteoides y de la dentina. Se le puede asociar a producir beneficios en procesos de cicatrización de heridas y, con dudas, como ayuda ergogénica. No es necesaria para el perro, pero su exceso no es tóxico.

 

ANTIVITAMINAS

 

Existen una serie de sustancias que impiden la utilización total de determinadas vitaminas.

Son las tiaminasas, la avidina, y el dicumarol:
· Tiaminasa: es una enzima que está presente en las vísceras crudas de los pescados. Destruye la Vit. B1 (tiamina).
· Avidina: alojada en la clara cruda de los huevos. Impide la absorción de la biotina, se desactiva con el calor. De todas maneras cuando se toma el huevo crudo entero la riqueza de biotina de la yema compensa la perdida que produce la avidina de la clara.
· Dicumarol y similares: preparados que se utilizan en los raticidas, impiden la síntesis de la Vit. K, en el hígado. Sólo se ingieren por accidente.

 

MINERALES Y OLIGOELEMENTOS

 

Los minerales son elementos inorgánicos esenciales para el funcionamiento de los procesos metabólicos del organismo, como sucede con las vitaminas son esenciales para la vida, a pesar de ello no superan el 4 % del peso del organismo animal.
Un esquema de clasificación los dividiría en macroelementos y microelementos u oligoelementos según se encuentren en cantidades más o menos apreciables.
Los minerales no deben considerarse individualmente sino como grupo por las interacciones que hay entre ellos. La cantidad de cada mineral consumido contribuye a la absorción del resto.

 

MINERALES

Calcio y fósforo: el calcio y el fósforo son macroelementos necesarios para la formación y el mantenimiento del esqueleto. Intervienen en una amplia gama de reacciones metabólicas. Las investigaciones efectuadas demuestran que no son necesarias cantidades muy elevadas de calcio en la dieta.

En la actualidad las deficiencias de calcio y de fósforo en la dieta son inusuales debido a la alimentación con alimentos industriales muy equilibrados. Las dietas formadas por carne o tejidos orgánicos producen carencias de calcio. Las carencias de fósforo se suelen producir por un exceso de calcio.

Magnesio: no se ha observado deficiencias de magnesio en perros. Está presente el huesos y tejidos blandos, su deficiencia ocasiona debilidad muscular, ataxia y, finalmente, convulsiones.

Azufre: es necesario para la síntesis del sulfato de condroitina y la heparina, un anticoagulante.

 

ELECTROLÍTOS

Sodio: las necesidades de sodio se deben principalmente a las pérdidas diarias de este elemento por el organismo. En fase de mantenimiento las cantidades son muy bajas, no es así cuando el perro hace ejercicio. Parece que el perro es muy resistente al aumento de la hipertensión por ingesta de sal, el exceso se resuelve con una mayor excreción de orina y agua, junto con un aumento de la sed y el lógico consumo de la misma.
Potasio: el potasio es el principal catión presente en el líquido intracelular. Un tercio del potasio celular está unido a las proteínas, el resto se encuentra ionizado. El potasio ionizado intracelular proporciona la presión osmótica indispensable para numerosas reacciones enzimáticas. La pequeñísima cantidad de potasio presente en el líquido extracelular contribuye a la transmisión de los impulsos nerviosos y a la contracción de las fibras musculares. Prácticamente todos los alimentos contienen potasio.
Cloro: el ión cloro representa dos tercios aproximadamente del total de los aniones presentes en el líquido extracelular. La cantidad de cloro ingerida por los animales va en paralelo con la de sodio. No se han comprobado deficiencias en los perros, excepto en casos de diarreas, si el perro no orina se puede producir su concentración.

 

MICROELEMENTOS U OLIGOELEMENTOS

Manganeso: no se han descrito deficiencias de manganeso en los perros. Actúa como componente de diversas enzimas.
Cobre: es necesario en el organismo para la absorción y el transporte del hierro, formación de la hemoglobina y funcionamiento del sistema enzimático.
Zinc: junto con el hierro es el microelemento más abundante en el organismo. Es importante para el metabolismo normal de los hidratos de carbono, lípidos, proteínas, ácidos nucleicos y para el mantenimiento de la integridad de la epidermis, del sentido del gusto y del sistema inmunológico.
Selenio: protege las membranas celulares de las lesiones oxidativas. Debido a la abundancia de selenio en los alimentos nunca representan problemas en los perros. Su ingesta excesiva es tóxica.
Yodo: es indispensable para que la glándula tiroides sintetice las hormonas.

 

PROCESO DIGESTIVO

El aparato digestivo puede presentar múltiples variantes morfológicas; pero el proceso digestivo es el mismo en todos los animales: transformar los glúcidos, lípidos y proteínas en unidades más sencillas, por medio de enzimas digestivos. Se inicia en la boca con la parte mecánica de la digestión, en el esófago se forma el bolo alimenticio que hace su recorrido perdiendo en el camino sus elementos aprovechables hasta terminar en el ano con la eliminación de los elementos no aprovechables.

Boca

La digestión comienza en la boca. El perro tiene variaciones en su dentadura que difieren de la de los carnívoros estrictos, los molares, situados por detrás de las muelas carniceras, ofrecen superficies de masticación en vez de los filos cortantes que tienen las de los carnívoros puros. Incluso las muelas carniceras inferiores tienen una parte anterior más o menos cortante y otra posterior no cortante. Esto indica que en su dieta se pueden incluir alimentos vegetales de más difícil asimilación, insalivación y predigestión en la cavidad oral que la carne y que por lo tanto necesitan masticación previa. No obstante esta masticación casi no existe, limitándose el perro a poco más que trocear los alimentos antes de deglutirlos. A eso se añade la limitada capacidad que tiene la saliva del perro de producir amilasa. Esta es la razón por la que los almidones llegan al duodeno, la primera parte del intestino delgado, casi enteros.
A través de la faringe, que es un tubo muscular que comunica el aparato digestivo con el respiratorio, pasa al esófago. Es decir, que es una zona común que comparten el sistema respiratorio y el digestivo, lo cual significa que mientras el animal no deglute lo masticado por ella pasa el aire que va a la tráquea y de allí a los pulmones.

Esófago
El paso de la boca a la faringe constituye el proceso voluntario de la digestión. A partir de la faringe enpieza el proceso automático o incontrolado por el animal de la digestión.

Para que las vías respiratorias permanezcan cerradas durante la deglución, se forma en la faringe un repliegue donde una pequeña placa cartilaginosa, llamada epiglotis, obstruye la glotis. De esta forma se impide que el alimento se introduzca en el sistema respiratorio.
El esófago es un espacio muy musculado donde se producen enérgicas contracciones abdominales que forman el bolo alimenticio y lo empujan hacia el estómago, desde donde seguirá su camino hacia el ano soltando en el recorrido sus nutrientes y formando siempre una masa semicompacta. La capa mucosa del esófago secreta un moco que contribuye a la lubricación del bolo alimenticio.
Hasta aquí no hay digestión, ni transformación, ni absorción de nutrientes.

Estómago

Actúa como un depósito de los alimentos. Constituye una dilatación del tubo digestivo, donde se almacenan los alimentos durante un tiempo para que pasen al intestino en un estado de digestión avanzado. En él se inicia la digestión de las proteínas y todavía no la de las grasas y los glúcidos.


El estómago se compone de:

1.- Región cardíaca, que limita con el esófago mediante un esfínter llamado cardias.

2.- Una región media, llamada cuerpo.

3.- Región pilórica que comunica con el intestino a través del esfínter pilórico.

El estómago es musculoso, por lo que gracias a sus contracciones, se completa la acción mecánica. Además en él se realiza parte de la digestión química, gracias a la acción del jugo gástrico, segregado por las glándulas de las paredes.

En general, después de permanecer en el estómago el tiempo necesario, los alimentos forman una papilla en forma de sopa espesa, llamada quimo, que pasará poco a poco al intestino.
El estómago está situado detrás de la parrilla costal y a la izquierda de la línea distal. Su volumen es grande, de hasta ocho litros, debido al régimen predominantemente carnívoro del perro y en caso necesario se puede distender notablemente llegando a alcanzar hasta la quinta vértebra lumbar.

Al llegar al estómago se desactivan los procesos de metabolización de los hidratos, quedan en suspenso y se inicia la digestión de las proteínas mediante la mezcla de los jugos gástricos y de la pepsina. Así pues la digestión de los carbohidratos se suspende temporalmente mientras se inicia la de las proteínas. Los jugos gástricos no tienen enzimas que actúen sobre los hidratos de carbono y las enzimas de la saliva, como hemos dicho antes, tienen poco tiempo de actuar, si es que actúan, en el perro. El ácido clorhídrico es uno de los componentes de los jugos gástricos que segrega el estómago durante la ingestión de los alimentos. Simplemente el olor a comida o el verla aumentan las secreciones gástricas que hacen que se produzca la pepsina. Dos enzimas: la renina y la pepsina rompen las células gigantes para convertirlas en compuestos más simples. Si no se produce suficiente ácido clorhídrico la asimilación de los aminoácidos es incompleta, también la asimilación del hierro, calcio, vitamina B12 y otros nutrientes que necesitan de la optimización del pH que controla el ácido clorhídrico.
En el intestino termina la digestión de las proteínas. El jugo pancreático contiene la tripsina, una enzima que junto con la renina del jugo intestinal actúa sobre las proteínas.
Toda molécula de proteína está compuesta de muchos ácidos amínicos, completando así la digestión de las proteínas. Los ácidos amínicos son el producto final de las digestión de las proteínas, de allí que se les de el nombre de "bloque de construcción".
Así mismo la acción conjunta de las enzimas digestivas y del ácido clorhídrico actúan como eficaces destructores de microorganismos que penetran en el sistema digestivo junto a los alimentos. Las proteínas no se utilizan como tales sino después de su partición en aminoácidos liberados. Utilizando la digestión o hidrolización, absorción y metabolización se descomponen en aminoácidos libres y cadenas cortas de péptidos, y después de traspasar la pared intestinal forman las proteínas propias de cada organismo, es decir: se forman los tejidos propios del cuerpo del perro en que lo que se denomina "circulación entero-hepática". Los aminoácidos, pues, se transforman en otros aminoácidos según las necesidades, con excepción de los esenciales que se obtienen siempre por vía exógena, pasando nuevamente al torrente circulatorio a partir de donde se vuelven a distribuir hacia órganos y tejidos para formar cada una de las proteínas que demanda el organismo en ese momento para sustituir las consumidas durante el ciclo vital. Desde allí el píloro impulsa el bolo alimenticio hasta el duodeno, la primera parte del intestino delgado.

Intestino
La digestión mayor de los hidratos de carbono es en el intestino delgado. El jugo gástrico no tiene enzimas que actúen sobre los hidratos de carbono y las enzimas de la saliva tienen poco tiempo de actuar (y menos en el perro). Una vez que el alimento llega al intestino delgado, las enzimas del jugo pancreático o intestinal actúan sobre los almidones y azúcares. La enzima pancreática, conocida por amilopsina o amilasa, digiere los azúcares y lo cambia a glucosa (dextrosa). La maltasa cambia/digiere la maltosa en glucosa. Esta acción se lleva a cabo sobre las superficies de las células epiteliales que revisten el intestino. Estas membranas poseen ciertas enzimas (sucrasa, lactasa, maltasa y alfadextrina) que actúan sobre la sucrosa, lactosa (azúcar de leche), maltosa e isomaltosa, respectivamente. El producto final de la digestión de los hidratos de carbono es mayormente una azúcar simple (glucosa).

En la digestión de las grasas tenemos que la lipasa actúa poco en el estómago sobre la grasa antes de llegar al intestino delgado. La bilis actúa sobre las grasas emulsificándolas, luego la estrepsina, que es una ezima pancreática, la convierte (la grasa) en ácidos grasos y glicerina. Los productos finales de la digestión de las grasas son los ácidos grasos y la glicerina.

El intestino se compone de tres partes:

1.- Intestino delgado:

  • Duodeno: es la parte más corta de intestino, a él llegan las aberturas de dos importantes glándulas anexas al tubo digestivo: el hígado y el páncreas.

  • Yeyuno

  • Íleon

En ellos dos se realizan dos funciones distintas:
a) La digestión química total de los alimentos.
b) La absorción de éstos.

En la totalidad del intestino delgado es donde se produce la absorción de los nutrientes obtenidos por el degradamiento de las enzimas y sustancias producidas por el estómago, intestino delgado y glándulas anexas.

2.- Intestino grueso.

Compuesto por:

  • Ciego

  • Colon

  • Recto

  • Ano

Se halla separado del intestino delgado por la válvula ileocecal.
Su mucosa presenta unos repliegues transversales, que le dan un aspecto característico. Las glándulas que tapizan la mucosa segregan mucus.
A lo largo del intestino se absorbe una gran cantidad de agua, por lo que a medida que se acercan al tramo final, transportados por los movimientos peristálticos, van espesándose. Estos productos se expulsarán al exterior en el proceso denominado egestión o defecación.

Entre los productos residuales se encuentran las paredes celulósicas de los vegetales, a cuyas expensas viven una serie de bacterias saprofitas simbiontes (flora intestinal), que producen fermentaciones con desprendimiento de gases. También producen por medio de esas bacterias algunas sustancias útiles para el organismo, como la vitamina K y la biotina (una vitamina del grupo B).

3.- Glándulas anejas:

  • Páncreas:

El páncreas es una glándula mixta, porque segrega hormonas (componente endocrino), y jugo pancreático (componente exocrino). La regulación de la secreción de los jugos pancreáticos es controlada casi completamente por dos hormonas: secretina y pancreasimina. Estas son secretadas por las células que se encuentran en las paredes del intestino delgado. Otra función importante del páncreas es la de secretar la hormona insulina en el torrente sanguíneo para controlar los niveles de azúcar en la sangre.

  • Hígado:

La misión del hígado es fundamentalmente metabólica, pero contribuye a la digestión mediante la bilis. Ésta se almacena en la vesícula biliar. Desempeña un papel importante en la digestión de las grasas, ya que contribuye a dividir las sustancias grasas en partículas más pequeñas, con lo que se facilita el ataque de las enzimas lipasas al aumentar la superficie de las gotas de grasa. Son los pigmentos de la bilis los que le dan a las heces su color característico.

El llenado gástrico se efectúa gradualmente controlado por la apertura secuencial del píloro y el propio control que ejerce el duodeno. El tránsito continúa por el yeyuno, muy largo como en todos los carnívoros, después por el ilion, para llegar al ciego.
Pasado el tiempo necesario en el estómago se reanuda el procesado de los hidratos al inicio del intestino delgado, el duodeno, donde se produce la parte más importante de la digestión de los hidratos de carbono mediante la actuación de la amilasa. La amilasa, esta vez la pancreática, comienza a romper los enlaces, terminado este proceso en el intestino delgado. Convertidos en glucosa pasan al hígado y los músculos donde se reservan para su utilización y conversión en energía. Una vez que el alimento llega al intestino delgado, las enzimas del jugo pancreático o intestinal actúan sobre los almidones y azúcares. La enzima pancreática, conocida por amilopsina o amilasa, digiere los azúcares y los cambia a glucosa (dextrosa). La maltasa cambia (digiere) la maltosa en glucosa. Esta acción se lleva a cabo sobre las superficies de las células epiteliales que revisten el intestino. Estas membranas poseen ciertas enzimas (sucrasa, lactasa, muy escasa esta en el perro, maltasa y alfadextrina) que actúan sobre la sucrosa, lactosa (azúcar de leche), maltosa e isomaltosa, respectivamente. El producto final de la digestión de los hidratos de carbono es mayormente una azúcar simple (glucosa).
Los procesos físico-químicos a los que se somete a los almidones en los procesos industriales destruyen las uniones aumentando la superficie expuesta al ataque de la amilasa. De esta manera aumenta hasta casi 100 veces la eficacia de su digestión. Estos procedimientos solamente alteran su estructura física sin afectar a sus propiedades químicas. Se convierten en hiperdigeribles.

Productos finales de la digestión de los alimentos

NUTRIENTE

ENZIMA

PRODUCTO FINAL

Hidrato de carbono

Amilasa

Lactasa

Sucrasa

Maltasa

Glucosa

Galactosa

Fructosa

Proteína

Dipeptidasa

Aminopeptidasa

Pepsinógeno

Pepsina

Nucleotidasa

Tripsina

Quimotripsina

Carboxipeptidasa

Nucleasa

Dipéptidos

Aminoácidos simples

Grasa

Lipasa intestinal

Lipasa pancreática

Glicerol

Ácidos grasos libres

Monoglicéridos, diglicéridos


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