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Alimentacion trabajo y deporte

TRABAJO Y DEPORTE

· La cantidad del alimento de un perro activo dependerá del tipo de ejercicio que haga, de su duración y de la intensidad con que lo efectúe. Como norma general los perros que hacen ejercicio tienen unas necesidades energéticas superiores a las del perro sedentario, las variaciones en la calidad también varían, pero no en el mismo grado.

· El tipo de energía que se utiliza durante el ejercicio varía según éste sea un ejercicio de rapidez, o fuerza, con alta intensidad y los de resistencia, con baja intensidad. A esto se une en los perros de trineo que el esfuerzo se suele efectuar en condiciones ambientales frías. Para los estudios del esfuerzo en perros, normalmente se han empleado los de arrastre, trineo y caza, para la alimentación de resistencia y los galgos para la comida adaptada a la velocidad explosiva y de media distancia. Los primeros utilizan energía derivada del metabolismo aerobio o mixto aerobio-anaerobio, los segundos emplean vías de metabolismo anaerobio.

· Una norma utilizada con frecuencia nos dice que las necesidades energéticas aumentan entre una vez y media y dos veces y media sobre los requerimientos considerados normales cuando de efectúa en temperaturas ambientales corrientes. Si se hace en ambientes fríos las necesidades de energía pueden aumentar hasta en un 50 % o, incluso más.

· Aunque es evidente que la energía es el nutriente más importante en el ejercicio, hay muchas teorías sobre la manera de obtenerla. La "carga de glucógeno", muy común en los humanos, es muy difícil de realizar en los perros, la ingestión de grandes cantidades de hidratos de carbono durante los días previos al esfuerzo, necesarias para que se produzca de manera efectiva estas "cargas" producen desarreglos importantes en el animal, las menores de las cuales no dejan de ser fuertes descomposiciones que debilitan enormemente al perro, pudiendo llegar además a producirle hiperglucemias temporales o glucosurias. El perro, como todos los cánidos, es un carnívoro convertido en carnívoro oportunista, como tal, su organismo está magníficamente preparado para obtener la energía de los ácidos grasos, de los cuales obtiene alrededor del 70 % de la energía. Libre, en la naturaleza, este porcentaje subiría casi al cien por cien.

· Experimentos realizados en cintas de correr con perros de distinta raza han demostrado que los alimentados con una dieta seca de mantenimiento pobre en ácidos grasos aguantaban menos de hora y media de ejercicio continuado, mientras que los que lo eran con una dieta también seca que era rica en grasas comestibles, superaban ampliamente esos tiempos sin dar señales de agotamiento. Una de las características principales de los alimentos ricos en grasas dietéticas es su alta densidad.

· Proveer de agua durante el ejercicio es aún más importante que cubrir las necesidades energéticas.

· Tomar pequeñas cantidades de alimentos durante el ejercicio muy prolongado puede ser beneficioso para aumentar el rendimiento del animal.

· En los ejercicios de tipo rápido-intenso, de los cuales son los mejores exponentes las carreras de galgos, la energía se obtiene por vía anaerobia. Aunque se suele incrementar la cantidad de hidratos de carbono en los perros que participan en deportes de velocidad, estos cambios no parecen influir en la velocidad del animal, los galgos parecen estar perfectamente adaptados a este tipo de esfuerzo y la recuperación de su pH (potencial hidrógeno) en sangre y de su concentración de lactato no supera el espacio de una hora después del esfuerzo. Por otra parte, y como peculiaridad muy importante, los perros comparten con unas pocas especies animales una característica que les permite sintetizar glucosa a partir de algunos aminoácidos presentes en las proteínas, esto hace que pueda mantener estable su nivel de glucosa en sangre sin riesgos de carencia.

· Los perros sometidos a temperaturas extremas experimentan bajadas de peso aunque se les aumenten las cantidades de calorías. Los resultados de las observaciones demuestran que es necesario un aumento de un 25 % de calorías para que el perro soporte sin menoscabo para su salud las temperaturas bajas.


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